Contexto temático

De acuerdo con el cuarto reporte del IPCC (IPCC AR4, 2007), el calentamiento climático (CC.) es evidente con las observaciones de las temperaturas en el aire y en los océanos, el derretimiento de los glaciares y el aumento de los niveles del mar. De acuerdo con las proyecciones del IPCC AR4, la temperatura puede aumentar en un rango entre 1.1 C y 5.4 C en el 2100, según el grado en el cual las concentraciones de gases de efecto invernadero se incrementen.   

Con el cambio climático los eventos climáticos pueden cambiar, y con esto la dinámica hidrológica en muchas cuencas (Ficklin, 2009). El aumento o la disminución de la precipitación y la temperatura, y los cambios en las probabilidades de eventos climáticos extremos, modifica la probabilidad de ocurrencia de inundaciones, deslizamientos de tierra, erosión del suelo, ocurrencia de sequías, cambios en la oferta hídrica total y estacional, alteraciones en los caudales bases de los ríos, entre otros (IPCC, 2007) y genera también impactos en la producción del sector agropecuario.  

Los Modelos Globales de Circulación (MGC), pueden usarse de distintas maneras, tanto en conjunto como de forma individual. Sin embargo, como los valores proyectados siempre tendrán inherente incertidumbre debido a que estos modelos nunca pueden completamente representar el funcionamiento de los sistemas físicos y tampoco sus resultados pueden ser verificados y validados (Oreskes et al., 1994; Parker, 2006, es preferible utilizar ensambles de modelos. Estos modelos “ensamble” permiten caracterizar de mejor manera la incertidumbre de las proyecciones. De hecho, los promedios de clima obtenidos de los modelos ensamble tienen una mejor correspondencia que los valores de clima de modelos individuales, cuando estos son comparados con observaciones (Gleckler et al., 2008; Reichler y Kim, 2008; Knutti, 2008).

Adicionalmente, los cambios en el uso de la tierra y la cobertura vegetal puede también afectar la temperatura  al producirse cambios en la radiación solar que es absorbida y reflejada por y desde la tierra (Bekelep y Knapp, 2010); y por otro lado también afectan el sistema hidrológico en las cuencas. Sin embargo son pocos los estudios que tratan de evaluar el efecto combinado de cambios en el clima, el uso y coberturas de la tierra.

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